De ahí nos fuimos a Montmartre, mi barrio preferido de París.
Sacré Coeur- 2ª parte |
Paseamos entre los pintores bohemios de la place du Tertre, esquivando a caricaturistas y admirando pequeñas obras de arte callejero. Luego, con el crêpe en mano, nos dejamos llevar por el encanto de este barrio.
Llegamos al Moulin Rouge, fuimos hasta el muro de los "te quieros", visitamos Les deux moulins (la cafetería de Amélie) ... Por el camino, nos dió por comprar una postal, y recopilamos todos los céntimos que teníamos para pagarla. Al verlo, el vendedor nos regaló la postal!! =)
Bueno, después de este momento mágico, nos fuimos a otro lugar emblemático: la Tour Eiffel. Como Andrea ya conocía los sitios estratégicos, me hizo un book que os voy a ahorrar...
Tour --> Invalides. Y se nos echó el tiempo encima, así que nos tocó ir a la carrera a la sala Les Combustibles, donde nos esperaba Quique. Sí, sí, ¡Quique González en París!
Un bareto no muy grande, con música española de ayer y de hoy para transladarnos a nuestra querida patria. Con la impuntualidad que caracteriza a este tipo de evento, llegamos bien, nos colamos con el amigo de Andrea y nos asentamos en 3ª fila. Descubrimos a Niuver, una cubana que cantaba a Miguel y por fin salió él.
Foto rockera incluida, salvando un pequeño malentendido, ¡la noche fue perfecta! Al cerrar el bar nos fuimos con Silvia y otros amigos a otro bar. Argentino por ahí, argentino por allá, nos fuimos a casa en el primer metro.
XOXO
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