sábado, 17 de marzo de 2012

París - día 1

Los que me conocen un poco lo saben. Soy un lirón en los medios de transporte y el TGV no se me iba a resistir: 3 horas y media que dura en trayecto Bordeaux-Paris durmiendo profundamente hasta Montparnasse.

Hacía tiempo que no me esperaba nadie en una estación. Y la verdad que me gusta la sensación. Te bajas del tren, recorres el andén interminable y, como dicen los franceses, tu faufiles ton regard. Lo que viene siendo buscar una mirada amiga entre miles de miradas de desconocidos y cuando la encuentras, sonreír.

Una sonrisa de reencuentro, de "¡por fin!", de querer correr pero contenerte, de ver a la otra persona sonreír y sonreír aún más. Y de repente, yo, con lo "cariñosa" que soy, le doy un fuerte abrazo y se para el tiempo. Ya decía Alba que es la forma más sincera de expresar cariño a una persona y estoy totalmente de acuerdo con ella.



Así que mi viaje empieza aquí, con Andrea en la estación, las dos dispuestas a pasar un fin de semana inolvidable. Empezó tranquilito: cervecita con el partidazo del Athletic de fondo, paseo por el París residencial, cenita en casa y a dormir.

Lo mejor está por llegar, no seáis impacientes.

XOXO

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