Y ha venido pisando fuerte. ¡Qué calor por Dios!
Nada mejor que una ducha fresquita para que se vaya toda la tontería que me pasa por la cabeza y para hacer frente a este calor que reina en mi habitación. No sé si conseguiré aguantar sin ventilador hasta julio, mi casa es una auténtica sauna...
Me he quedado como dueña y señora de la casa. Mis vecinas no están, mi casera se ha ido, y ya solo quedamos sus flores y yo. ¿Sobrevivirán?
Esta semana me ha dado por fijarme más de la cuenta en la gente de la calle.
Un padre de 16-17 años paseando a su bebé más feliz que una perdiz.
Una chica hablando por teléfono y llorando desconsolada.
Una pareja sin complejos ignorando al mundo y amándose con la mirada.
Un abuelillo dándole un beso en la frente a una abuelilla, creando el momento más tierno de todo el día.
Una familia de pelirrojos.
Un chico corriendo con una flor en la mano.
Un paciente que antes de nada te da las gracias por atenderle con una sonrisa.
Porque la vida está llena de pequeños detalles que no hay que perderse =)
XOXO
