Después de cenar, tocaba salir. Así que nos fuimos a casa de Ana, a jugar al juego de cartas preferido de Elena, y luego a coger el tram para ir al IBOAT, barco-discoteca en el muelle bordelés, es decir, en el quinto pino.
Música electrónica, de esa que "tanto me gusta", pero que me sorprendió para bien. Aunque he de reconocer que aun así está bien para un rato y ya, aguantarla hasta las 6 de la mañana se hizo un poco duro, sobretodo al final!!
Para volver, había que cogerse el tram y desgraciadamente cuando llegamos le faltaban 30 minutos. ¡Qué espera más dura! Entre el cansancio, el sueño y la lluvia, crecieron las ganas de cama y de estrenar mi maravilloso antifaz bovino, muy efectivo dicho sea de paso.
Domingo de resaca, qué mejor que comida rica en casa de Lidia!! Tras una sobremesa de consejos de pareja, me fui a casa de Lara a ver la final de la Copa del Rey de baloncesto, un Madrid-Barça para variar, con la esperanza de que la historia no se repitiera.
Desgraciadamente, no se puede ver TVE1 online desde Francia, así que nos quedamos con las ganas y nos tuvimos que conformar con seguir el resultado en marca.com y escucharlo en la radio. ¡Qué alegría el resultado final! Victoria del Madrid por 17 puntos, y una Copa del Rey para casa 19 años después. ¡Qué felicidad y manera más maravillosa de ponerle el broche final al finde!
Por la tarde, conversaciones de vecinas con Emma, que me vuelve a abandonar esta semana... =(
"Anoche me acosté imaginando, cómo podría ser hacer un cambio. Cambiar la realidad bien conocida, y en vez de caminar salir volando"
XOXO
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