Después de conseguir que Mme. Broustet me diera su DNI y una factura a su nombre acompañado de un justificante de alojamiento, me di cuenta mientras lo fotocopiaba que el DNI llevaba caducado desde 2008.
Me acerqué al banco por la tarde a pedir cita para abrir la cuenta (sí, hay que pedir cita y entregar todos esos documentos para poder abrir una simple cuenta en el banco). Me atendieron deprisa y corriendo pidiéndome que volviera al día siguiente, y aproveché para contarles rápidamente mi problemilla. Me dijeron que los documentos no servían pero que no me preocupara que alguna solución encontraríamos.
Al llegar a casa, le dejé en la puerta de casa sus documentos a la señora, con una nota en la que le sugería educadamente que se renovase el DNI.
Al día siguiente, después firmar un montón de papeles y de comprobar lo correctos y agradables que pueden llegar a ser los franceses (mi nuevo amigo banquero se llama Franck), se despidieron de mí levantándose de la silla, esctrechándome la mano y al son de un "Enchanté Mademoiselle Gago Morillo". Salí con la cuenta abierta y más feliz que una perdiz.
Llego a casa y me encuentro con nada más y nada menos que un ramo de rosas blancas en un jarrón.
Junto a ellas, una nota. "Querida María, ya sabía que tenía el DNI caducado, pero pensé que aun así seguiría valiendo. Me voy 8 días a Marsella. Te dejo estas flores porque se iban a quedar solas en casa y pensé que en tu habitación estarían mejor." Lo sé, se me van a morir y no voy a poder hacer nada para evitarlo...
XOXO
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