Aunque he de reconocer que la búlgara nos ha echado una mano a Elena y a mí, porque gracias a que por alguna extraña razón la señora asiente cuando se le habla en español, M. Pometan se ha sorprendido igual que nosotras y entre risas hemos solucionado el pequeño percance que tuvimos...
Luego por la tarde me fui a comprar una sartén nueva y se me olvidó llevarme una bolsa, así que he ido por la calle cual asesino de la sartén hasta llegar a casa.
Al llegar, me he llevado la mejor sorpresa del día: la casera estaba en casa, con mi vecina a la que todavía no conocía, y me ha dicho que me había dejado crêpes en la habitación!! =) ¡Qué felicidad!
Mi vecina se llama Ming Emmanuelle creo, pero me deja llamarle Manu o Emma, mucho mejor para mí... Me ha dicho que no la voy a ver muy a menudo porque se pasa el día en casa de su novio, pero bueno, parece muy maja.
Y esta noche, soirée colombienne!
XOXO
Caravana bordelesa |
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