Tortilla y empanadillas de Carmen, con su respectiva Sangría, espetec de Salva, con naranjas de Mazarrón y sandwiches vegetales, conformaron nuestro menú dominguero.
Nos animamos con el frisbee y acabamos jugando a las películas, donde nos dimos cuenta de la poca cultura cinematográfica que tenemos y la imaginación que pueden llegar a tener algunos. Cuando nos echaron, se nos unió Enara, pasamos un segundo por casa. Aproveché para enseñársela a la tropa y nos fuimos a cenar la Quick.
Turismo bordelés |
Chocolatinas, bolis de chocolate, conjuntos de ropa interior, piscina de chocolate para deleite de los tíos... Y para mi lo mejor una baile común improvisado al final. ¡Qué risas!
El lunes no sé exactamente qué nos pasó, pero estaba claro que el finde no podía acabar normalmente. Andrea se despertó una hora antes, yo me quedé dormida. Con todo listo, vi los horarios del tram ya en la parada y resulta que tenían horario de domingo. Empezó el estrés. En tram llegábamos tarde fijo, así que corriendo a buscar un taxi. Pillamos todos los semáforos en rojo. Llegada a la estación a las 10:45, salida del tren a las 10:48. ¡Corre, corre! Gracias a Dios, la historia quedó en un subidón de adrenalina: llegamos justo a tiempo. Evidentemente, quedó otra visita pendiente para ver los alrededores y descubrir otros suculentos manjares.
Menos mal que Lara había organizado comida en casa. Os dejo las fotos, porque sobran las palabras. Dicen por ahí que algunos todavía sueñan con ellos...
Repas de Pâques |
De verdad que intenté ver la peli de después de comer, porque es un peliculón que tengo ganas de ver, pero el sueño me pudo y el sofá de Lara me llevó con él a los brazos de Morfeo.
Remoloneamos toda la tarde, bajamos un rato a Victoire a ver a las chicas, cinco minutos se convirtieron en una hora, y a casa.
Gran puente de Pascua!!
"Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas"
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